Archive for 2016

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La intensidad, capítulo final


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Como siempre, me encontré algunos textos perdidos de cuando estaba al tope de intensidad y de escribir cursilerias. Supongo que en algún momento decidí que no quería que nadie leyera esto, pero ahora sólo sé que tienen que salir y ya, dejar ese ilusorio refugio de hace 4 años.

 NOTA: Será un post largo, varios versos, varios poemas. 
¡Au Revoir forever, letras de mi depresión! 


* Versos de 2012


 I
¿Por qué me imagino llorando, gritando y escribiendo?
¿Por qué luego imagino que rompo las hojas y las arrojo por toda la habitación?
¿Por qué siento esta intensidad en el pecho y en cambio estoy aquí sentada, casi sin moverme, sin hablar y sin llorar?
¿Dónde está mi catarsis, mi dolor y mi miseria?
¿Dónde estás tú con tus dolores, dónde estás tú con los demonios?
¿Por qué apaciguaste todos mis sentires?

¿Por qué no conociste al más cruel de mis demonios?

II
Me hiciste silencio, me hiciste fantasma
Soy la psicópata que sigue tus pasos
Soy quien te ama tanto que ya hasta te odia
Me dejaste vacía, me hiciste humo…
Soy tu furioso fantasma.
Te persigo, te conjuro

III
Nunca nada es suficiente
No importa lo que coma, no importa cuento bese ni cuanto coja
Vale nada si fumo, tomo y me intoxico.
El chiste es sentirse inconforme, triste, vacío, desesperado por consumir al mundo y así saborear algo en esta mugrosa vida desabrida.
Preferir hacer cosas que no son urgentes, no importantes y muchos menos productivas.
Pinche adrenalina que me mata a puros tics
Soy cobarde solo con quejarme.
Debería salir sola, hablar con extraños, tomar, buscar problemas, conquistar, pelear con algún vagabundo
Correr al filo del abismo
Sentir, sangrar, sobrevivir…

IV
No me duele esta canción
No me dueles tú ni me duelen los recuerdos. 
Me duele perder mi libertad para volverme a enamorar, 
no de ti, 
sino de mi ego y de cualquiera.

V
Siento que ya nada de lo tuyo es mío ni lo mío tuyo.
Sólo era prestado. 
Fingíamos.
Soñábamos. 
Al final somos unos extraños solitarios 
y no le presto mi voluntad a nadie

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¿Qué es al amor romántico?

Cosita dulce, linda y dopada
Déjame recitarte
De amor, ternura y pendejadas
Corazón de chocolate
Relleno de gusanos
Pínchame los ojos
Llévame ciega cerca del fuego vivo
Mientras tanto te canto
“Eres mi mundo, lo único que miro”
Hazme cosquillitas
Con el filo venenoso de una espina
Huele a rosas, huele a hierro
Sonrío y quiero hacerte mío
¿Huele a podrido?
Cosita negra, desabrida y moribunda
Déjame recitarte
De dolor, culpa y pendejadas 


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Huir

Tomar mis cosas e irme
Rentar un hotel en lo que consigo estancia
conseguir estancia en lo que huyo  de la ciudad
Huir de la ciudad para encontrarme,
encontrarme para regresar…
o huir para siempre.

No soporto,
la desesperación y la pausa eterna de mi vida.
No se trata de hacer cosas nuevas
ni de continuar el camino,
Se trata de no ignorar lo que no está bien
Lo que hay entre tú y yo,
                                                               lo que no hay.
La culpa porque solo soy yo quien siente esto,
porque justo cuando creo que te amo de verdad y para siempre no funciona

¿Quién soy yo para ser feliz?

Tú que puedes vuela, vuela por favor.
Vuela una vez más, lejos de mi
Déjame a mi suerte
Esta vez no me prometas regresar
Déjame sufrir y llorar
Entonces si me levanto será merito mío
Si sigo viva será porque hay algo dentro de mí
Una flama
Si muero en el intento sería mejor que vivir patética

¿Cómo el amor ideal no puede hacerme feliz por siempre?

La culpa me corroe cada fibra
Me pudro por dentro
Los gritos se ahogan en mi garganta y me restan vida
Mis piernas duelen porque no me muevo
El tiempo me enloquece porque no giro con él
Escapar no resuelve nada
Pero quedarme tampoco

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Tu poesía me revuelve las entrañas

Envidio el corazón que capturaste
el que yo no pude hacer mío nunca

Te descubro y te amo un poco
porque quien te ama
tiene un trozo de mi corazón pegado a la espalda
y esa espalda ahora es tuya
Ese retazo de corazón te pertenece ahora
aun si se rehúsa
se desangra y se pudre

Entre tus rizos está ahora
el corazón herido de quien no me dejó amarle
dale calor y tinta
el mar de calma que tanto anhela

Desprende de sus pecas
las cenizas fibras
de lo que le quise regalar un día


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*Texto de 2013 
NOTA: Me causa orgullo no saber a quién le dediqué esto


Inúndame.
Cuélate por el techo
Ilumina en gris y blanco
Te regalo jazz
No te vayas nunca
Enfríame la piel
Secuéstrame
Llévame al recuerdo
A la enfermedad
Lejos
A un sueño
Donde siempre estás

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*Poema de 2014

Mi amor químico

Mi amor químico, guardado en un cajón.
Azul, como los mares que nunca he navegado
Azul, como cuando me baja la presión.
Amarilla cuando es primavera
Mi verdadero amor
El que me reencuentra conmigo misma
El que me hace sonreír
El más memorable
El que me acelera el corazón
Escalofrío
Temblor
Insomnio
El que me pone intensa
Que me hace llorar cuando se va

Gris, gris, gris…

Más azul para bailar
Para ver el amanecer
En un esplendor único

Mi verdadero amor
(químico)
guardado en un cajón
esperando la noche adecuada
las tinieblas mágicas.

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Recuerdo de un recuerdo


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Vengo a compartir un texto que escribí en Febrero de 2007 y que encontré casualmente hoy. 
La verdad me pareció bello y me conmovió. Llevaba apenas algunos meses en la ciudad de Puebla después de haber vivido toda mi vida en en municipio de Libres y después de un 2005 y 2006 que fueron sumamente caóticos e intensos en mi vida. 
Aquí va:

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La primavera está a punto de llegar. Lo siento porque el sol reclama fuerte su lugar en este mundo contaminado. 
Es febrero y ya ansío las lluvias de mayo. No imagino cómo reaccionaré estando lejos de mi antiguo lugar. 
Hace ya casi un año que podía ver el cielo siempre gris. Recuerdo el pavimento abierto y los ríos turbios transitando estridentes como los relámpagos del cielo. 
Recuerdo el olor persistente de un envase de perfume que se quebró dando origen a los besos torpes pero dulces que me diste por primera vez. 
Necesitaría ese olor a claveles, la humedad de la tierra, el calor de mi ordenador guardado en las paredes rosas de ese cuarto. 
Desearía tener la misma música, el mismo reflejo de mi espejo recién evolucionado. Querría por un momento ver a la niña de ropa holgada y pelo largo. 
La nostalgia me traería el capricho de saborear los chocolates que me regalabas, añoraría jugar de nuevo a enamorarte...
Incluso recordaría con un poco de dolor a esas alimañas ocultas tras las ventanas, esperando ver un roce de labios para terminar con mis sueños.
Aquí, ahora, no habrá la misma música ni el mismo olor. La lluvia de la ciudad no será tan salvaje y mi habitación será muy discreta. 
Mi reflejo otra vez ha cambiado y el de aquella niña también. Ambas estaremos burlándonos de ese agrio pasado que aún extraño. 

Tu piel me dice que el juego terminó, y mi piel sonríe melancólica porque el pasado murió. 
Un año al fin de vencer al supuesto destino. Una lluvia más de mayo que será diferente, una tormenta más que viviremos juntas, no importa el lugar. 


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La memoria ya no es lo que era


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Odio la manera en que se guardan las memorias ahora: dispersas, dependientes de la tecnología.
De niña escribía diariamente en una libreta y llenaba hojas y hojas sobre los sentimientos y reflexiones de un solo día. Hoy veo con tristeza como cada vez escribo menos, como este y cualquier otro espacio de escritura empieza tan recientemente, cuando mi historia personal empezó en 1988.
Odio también que en dos computadoras perdiera importantes recuerdos en fotografías.
Hoy odio como olvido y postergo escribir aquí, odio como olvido detalles importantes cuando quiero hacer recuentos anuales... también odio posponer y hacer mal esos recuentos.
Odio el Facebook y mi celular, donde tengo fotos y fotos pero de otras cosas importantes no quedó registro, y los odio más porque sustituyen la memoria, y si no están ahí, puede que se borren también de mi cabeza.

En resumen, le temo al olvido de mi propia vida.

No me termina de agradar esta transición tecnológica.

Después de años tengo que aceptar que ya no podré recuperar ciertas imágenes.. y que incluso tal vez se han borrado ya también de mi cabeza.

Miedo al olvido de mi propia vida.

Miedo a no recordar lo bueno, porque para lo malo tengo talento en recordar.

 

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Luna llena en Sagitario I


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Hoy recordé
Quiero huir de ti.

porque tú quieres hacer lo mismo.

Juntos
lo peor de nosotros
Sólo yo pienso
lo bueno es ilusión


Tú te irás
definitivamente.
Conseguirás huir como antes
como siempre.

Sé nada
sobre tu idea de huir,
debo aceptar.

Mi huida será radical
emocional
será desesperada,
autodestructiva

porque conmigo
no se trata de huir,
sino de cómo me mueve el miedo.

El miedo...
siempre el miedo.

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Determinaciones


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Septiembre 2014
 
Me siento combativa.
No pienso detenerme, así mi cadera amenazase con separarse lenta y dolorosamente como la pangea.
Romperé todas las puestas necesarias, destruiré  todo en mi interior para empezar de nuevo la cortísima vida de excesos que me trajo hasta aquí, tomaré la misma actitud suicida para sobrevivir o bien o morir en el intento.
No estoy diapuesta a vivir en dolor todo el tiempo.
Todas las cartas lo dicen.
Cargo una maldición de humo. 
Mis antepasados la forjaron y yo puedo destruirla. Desde adentro, desde mis entrañas, desde los ovarios. 
Liberar ese poder bruja, liberar ese poder diablo. 
Al menos cambiar pastillas sonrientes por aquellas legales e igualmente jodidas. Eliminar el síntoma para seguir caminando y derrotarme a mi misma, a la maldición. 
 
Vivir bien o morir en el intento.
 
 

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Sobre mis dolores


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Septiembre 2014

Mi cuerpo es casi normal.  
Casi. 
El dolor que siento no se encuentra en mi sangre ni en mis huesos casi normales. 
Si yo me quedo tirada en cama siete días no pasa nada. 
Afuera el mundo sigue girando.  
A mi  me va doliendo menos aunque el misterio no se resuelva. 
Y sana o enferma voy a morir. 
El verdadero problema es vivir. 
No tengo nada más que síntomas.
La ciencia dice que estoy sana.  
Yo me siento envenenada porque sé que mienten, porque hoy estar enfermo es estar sano y estar enfermo es ya no poder habitar el mundo como debería ser.
  
Me siento normal.  Soy normal.  Tanto, que vivo permanentemente tensa y preocupada pero no me doy cuenta porque ya me acostumbré. 
Mi dolor en el mundo es nada. En una galaxia lejana no duele, ni en la luna, ni en el mar. Mi dolor es nada para mi espejo. 
El miedo infundado es nada. Miedo al dolor que siento y miedo mayor por el dolor que me cura. Dolor de agujas, de líquidos,  de ozono, de pastillas,  de vitaminas, del calor... miedo de eso que no veo pero que está dentro de mi sufriendo. Miedo de lo que siento que no me responde la ciencia. Miedo porque mi dolor sólo significa algo real para mí misma. Las punzadas, los espasmos, la quemazón,  ardor, la a veces imposibilidad de habitar el espacio, mi propio cuerpo... no significa nada para el montón de piedra que me rodea, ni para los árboles tristes condenados a mirar el tráfico eternamente.
Si es culpa de alguien ya no importa. Estoy envenenada desde los genes, ahí también se impregnaron los males de la cultura. Mis vicios tienen historia y me ciegan. 
No importa lo que meta a mi boca estará infectado por la terrible humanidad. Todo lo que creo necesito me consume y es delirio, todo lo que me gusta es gula.
¿Cómo no estar envenenada?  
Me da miedo saber que pasa en mis tripas, en mi sangre y en tantos órganos que ni sé qué mugre intentan limpiar todos los días.  Me da miedo pensar en mi columna dividida en dos y mi lado del cuerpo asimétrico.  Me da miedo la puerta a mi corazón defectuosa que hace un chiflido arrítmico. Y tantos otras anormalidades que uno bien sabe ignorar con el paso de los años, desde ojeras hasta dolores musculares sordos. 
Mi dolor no es nada entonces, aquí afuera. Mi dolor lo es todo sólo en el universo que llevo dentro, desde lo orgánico hasta lo intangible y esas otras dimensiones donde no puede dejar de habitar mi alma. Mi dolor en realidad no puede existir afuera. Si saliera ya no sería dolor. Si pudiera conectarme con el árbol ya no tendría dolor. Ni miedo.}

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Catarsis en medio de la enfermedad


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Mayo 2014

Hoy mas que nada necesito a la poesía
La necesito porque me duele el cuerpo
Me duelen las piernas, los brazos...
Mis manos se enfrían
Mi cabeza explota
Siento nauseas
doy de vueltas queriendo salir y solo puedo pensar en lo que se supone debo hacer...
sólo se supone.

Estoy enferma y no hay cura
Ni siquiera diagnóstico
Mi sangre canta en ritmos altibajos para decir algo en un lenguaje inentendible
Vitaminas reemplazan las tachas
las tachas me hacen morir
no me importaba, ahora si.

Morir joven siempre es opción, pero no sufrir, no señor
Si los planetas se han alineado tan negativamente lo quiero saber
Si debo ir con mujeres que se dicen místicas, iré
porque no hay nada más que quiera que estar sana y joder al mundo
No puedo dejar que el planeta me joda a mi

Yo soy la destrucción
debería serlo

Yo vine aquí para cantar canciones oscuras y para tener deseos funestos incumplibles
vine aquí para desear y desear
vine para sentir cosas tan fuertes que duelan
debo vivir para creer que muero 
sin morir.
 

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Otra dimensión


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Marzo 2014

Solo en mi imaginación nunca fui compensada. 
No necesité ser reconocida. 
Sólo en esa recóndita dimensión paralela de mi mente nunca dejé de dibujar, de pintar o de escribir.
En ese mundo ideal mi sensibilidad se desarrolló antes y pidió expandirse con urgencia. 
Mi creatividad nunca fue absurda y me tatue una rosa brillante y escandalosa en la mano izquierda. 
En esa (espero) realidad alterna, nunca caí tan vilmente en las redes de la norma y el amor.

La (falsa y cómoda) felicidad. 

En ese mundo si soy libre, sufriente y feliz. 
En ese mundo las carencias son parte de mi plenitud y nunca un impedimento para disfrutar. 
En ese mundo me preocupa más el presente  que el futuro. 
Tengo las manos manchadas de tintas, pinturas y grafitos. 
En esa vida no me atormenta mi destino, ni la teoría evolucionista. 
No me importa porque no sé de esa visión en la que toda mi existencia es una excepción a la norma y por tanto terrorífica de trascender. 
En esa realidad, que sólo se me muestra mientras me pierdo en alguna canción, 
mientras viajo en la combi, 
mientras lloro por dentro 25 años de mentiras y delirios.
Mientras intento olvidar que aún sabiendo,
no puedo desaprender y regresar con mi yo infantil a rogarle que nunca deje lo que ama
creyendo que complacer a los adultos es lo correcto. 

Pienso mientras voy camino a estudiar,
a seguir aprendiendo para tener más preguntas que respuestas, 
para destrozar al arte con teoría 
y para preocuparme por la urgencia de tener un trabajo que me mantenga, 
para regresar al ritmo del sabotaje, 
en el que la depresión es parte de la normalidad 
y se ignora que la vida es demasiado corta para seguir órdenes. 

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